Generación del 98
Generación del 98
A finales del siglo XIX aparecen en España y América una serie de corrientes de pensamiento de carácter inconformista y sique marcadamente antiburgués. Surgen, en el arte, unas fuertes ansias de renovación que coindicen con un período de debilitamiento de la estética realista. Se trata de analizar en profundidad la existencia humana y la triste realidad española a través de un hondo sentimiento de preocupación por los males de la patria sin dejar de cuidar el estilo y el lenguaje.
Su origen viene marcado por un acontecimiento histórico de vital importancia para España: la pérdida, en 1898, de las últimas colonias de ultramar; Cuba, Puerto Rico y Filipinas. España pierde definitivamente su hegemonía internacional. Este acontecimiento supone una llamada de atención y una invitación a la reflexión sobre los males de la patria. De este profundo análisis y de esta sincera preocupación surge el espíritu que anima a los escritores el 98.
Los temas referidos serán
- El problema de España
- La exaltación alegre y dolorida a veces de las tierras y de los paisajes de España (el paisaje castellano con su aridez y monotonía es el símbolo de toda la nación)
- El análisis de la historia patria
- El anhelo de europeización y de modernización del país
- La reflexión profunda sobre la existencia y sobre el hecho religioso
En cuanto al estilo, este es depurado y sencillo, alejado de la brillantez y la musicalidad modernista. Aparece el antirretoricismo (palabras tradicionales y terruñeras) y gran subjetivismo.
Los géneros preferidos son el ensayo y la novela. El ensayo permite al autor la reflexión subjetiva sobre la realidad española o sobre el mundo y la existencia, y la novela se convierte en un reflejo de la miseria del país y de la pobreza moral de sus ciudadanos.
Autores:
Miguel de Unamuno: su obra se caracteriza por la honda reflexión filosófica y existencial que nace de la angustia vital ante la idea de la muerte y de la finitud del ser humano. El sentido de la vida humana, la preocupación por España y una profunda pero torturada religiosidad son la base de su obra. Del sentido trágico de la vida (ensayo) y Niebla (novela).
Azorín: se caracteriza por la precisión y claridad de su estilo, el cual se basa en la utilización de frases cortas, en un gusto refinado por los detalles y por las palabras exactas. Sus temas preferidos son la evocación de los hombres y las tierras de España. Castilla.
Pío Baroja: su obra se caracteriza por una visión del mundo descarnado, dura y pesimista. Su concepto del hombre también es negativo. Su estilo adolece, a veces, de cierto desaliño y despreocupación, pero es muy ágil y vivo. Creó personajes inolvidables. Fue maestro de grandes escritos posteriores como Cela. La busca.
Ramón Mº del Valle-Inclán: su obra se caracteriza por la fuerza y la brillantez de su prosa y por ser, junto con García Lorca, el renovador del teatro español a través de la creación del esperpento (visión grotesca y caricaturizada de la realidad española). Su visión de la realidad es dura y, a veces, descarnada. En su época no fue entendido por ser un adelantado a su tiempo: sacrilegios personajes tarados… se dan cita en sus obras. Luces de Bohemia.
Antonio Machado: su obra se inició dentro de la corriente modernista para después adoptar un tono profundo, reflexivo y austero. Adoptó símbolos como el camino como vida, el agua…. La melancolía y la nostalgia dominan la mayor parte de su producción poética. Soledades, galerías y otros poemas.
Parcial 2º Ev.
1. Un protón acelerado por una diferencia de potencial de 5000V penetra perpendicularmente en un campo magnético uniforme de 0,32T, calcula:
a) Velocidad del protón.
b) Módulo de la fuerza que actúa sobre él.
c) Su energía cinética.
d) Módulo del momento angular del protón respecto al centro de su órbita.
e) Velocidad del protón a los 0,5s de su entrada en el campo magnético.
f) Periodo y frecuencia del movimiento.
Datos:

2. Calcula el momento magnético de una espira rectangular cuyos lados miden 20cm y 25cm, si por ella circula una corriente de 2,5A.
Si se coloca en un campo magnético de 0,5T, calcula el momento
máximo que actúa sobre ella.
3. Los siguientes esquemas representan dos campos cruzados: uno eléctrico (
) y otro magnético (
). Dibuja el esquema de fuerzas eléctrica (
) y magnética (
) que actúan sobre cada partícula cargada que penetra en el campo.

4. Un electrón que se mueve a una velocidad v = 5·103 m/s en el sentido positivo del eje X entra en una región del espacio donde hay un campo magnético B = 10-2T dirigido en el sentido positivo del eje Z.
a) Calcula la fuerza
que actúa sobre el electrón.
b) Determina el radio de la órbita que describirá el electrón.
c) Halla su velocidad angular.
d) Determina la energía del electrón antes y después de entrar en el campo magnético.
Datos:
5. Considérese un conductor esférico de radio R = 10 cm , cargado con una carga q = 5 nC. Calcula:
e) El campo electrostático creado en los puntos situados a 5 cm , 10 cm y 15 cm del centro de la esfera.
f) Potenciales a los que se encuentran los puntos situados a 5 cm , 10 cm y 15 cm del centro de la esfera.
g) Trabajo necesario para trasladar una carga de 2nC desde el infinito hasta una distancia de 10 cm del centro de la esfera.
Dato: K = 9 · 109 N·m2·C-2
El Neoclasicismo
El Neoclasicismo
A principios del siglo XVIII habrá una sucesión de reyes, pero será durante el reinado de Carlos III cuando se abordarán grandes mejoras características del espíritu ilustrado imperante. Este periodo recibe el nombre de Siglo de las Luces, en el que se pretende examinar la totalidad del conocimiento humano a la luz de la razón. El movimiento que representa este afán de modernizar la sociedad según criterios racionales recibe el nombre de Ilustración. La ideología ilustrada se manifestó además en un modo de gobernar caracterizado por los rasgos siguientes:
- Absolutismo (“todo para el pueblo pero sin el pueblo”).
- La educación de los súbditos se considera objetivo prioritario (didactismo).
- Búsqueda de una mejora sustancial en las condiciones de vida del pueblo, para ello se acometen reformas y se fundan numerosas instituciones (Real Academia Española).
El gobierno centralizado y absolutista de los Borbones se proyectó también en el ámbito de las letras y las artes, dando lugar al Neoclasicismo. Surge entonces el deseo de someter a reglas la actividad creadora. Reaparece la figura del preceptista literario, que vuelve sus ojos a la Antigüedad, de la que extrae un conjunto de normas a las cuales se deben ajustar los escritores: son las Artes Poéticas. En España tuvo gran influencia la Poética de Ignacio de Luzán; en ella se fijan los principios básicos de la literatura neoclásica: verosimilitud, sometimiento a la razón, finalidad didáctica, separación de los géneros literarios y, en el teatro, respeto a las unidades de tiempo, acción y lugar.
La lírica propia del siglo XVIII se desarrolla en torno a una serie de tendencias:
Poesía ilustrada o didáctica: pretende erradicar el vicio y la ignorancia, su manifestación más popular fueron las fábulas de Felix María de Samaniego con Fábulas morales (La lechera) y Tomás de Iriarte con Fábulas literarias (El burro flautista).
La poesía anacreóntida recibe su nombre del poeta griego Anacreonte, autor de composiciones de ambiente pastoril, en las que se exaltaban los pequeños placeres domésticos y la belleza del paisaje. Los temas son la exaltación superficial del amor, el goce de la juventud, etc.
La escuela salamantina se caracteriza por el aprecio de la poesía clásica de Garcilaso y Fray Luis de León, la preocupación por la pureza del lenguaje y, la presencia de temas mitológicos, amorosos y pastoriles, pero en un tono más serio que la lírica anacreóntica. Entre sus representantes destaca Juan Meléndez Valdés.
Los poetas de la escuela sevillana intentaron oponer al prosaísmo reinante la aristocrática elegancia de la prosa andaluza del Renacimiento y del Barroco. Entre sus representantes cabe destacar a José María Blanco, “White”.
La narrativa casi desaparece de España durante este periodo; cabe citar la Vida de Torres Villarroel, o la larga novela satírica Fray Gerundio de Campazas, del padre Isla. El ensayo es el género dominante. Esta prosa educativa y doctrinal revela un deseo de acercarse a la reforma de costumbres, como demuestra su carácter satírico y el esquema epistolar. Una de las figuras destacables de este periodo fue Feijoo, quien, con el Teatro crítico universal y con las Cartas eruditas y curiosas, se adentró en numerosos temas culturales y sociales, en los que hizo compatible el racionalismo con la fe cristiana. José Cadalso, con Cartas marruecas y Gaspar Melchor de Jovellanos con Informe sobre el expediente de la ley agraria son los mejores exponentes del espíritu ilustrado. En la primera, un viajero, Gazel, observa las costumbres del país que visita (España) y cuenta en cartas a su maestro Ben-Beley en Marruecos todo lo que le sorprende. En la segunda se propone una reforma de la propiedad. Su gran temática fue España, lo que se reflejó en escritos que muestran un claro afán reformista y en cierto modo prefiguran el talante crítico de Larra. Otra modalidad de gran influencia en esta época fueron los periódicos, como “El Correo de Madrid”, que contribuyeron a difundir en España las teorías y las ideas del momento, asentando los principios de la Ilustración.
El teatro se convertirá durante la segunda mitad del siglo en uno de los vehículos favoritos de los ilustrados para intentar la modernización de la sociedad.
La Comedia Neoclásica fue la modalidad dramática genuina de este periodo, que representa a la perfección el espíritu ilustrado en los escenarios. En cuanto a su estructura dramática, se ajustaba al modelo de la comedia preconizado por Ignacio de Luzán en su Poética: la obra se desarrolla en un mismo lugar; no hay acontecimientos secundarios que distraigan la atención del desarrollo de la acción dramática; los hechos se desarrollan en un período de tiempo inferior a un día. Leandro Fernández de Moratín es el más importante comediógrafo del siglo XVIII, con piezas tan relevantes como El sí de las niñas.
La Tragedia Neoclásica obedecía al intento de crear una tradición trágica basada en temas nacionales, en la que el héroe se convirtiera en un ejemplo para la comunidad. Se trata en ellas el tema de la libertad. Cabe destacar Raquel, de Vicente García de la Huerta.
El Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento social y artístico que afectó a toda Europa y América que abarca la primera mitad del s. XIX. El autor extranjero más influyente fue Goethe con Fausto, basada en una leyenda medieval en la que un anciano vende su alma al diablo a cambio de recobrar su juventud. Fue fundamental para la introducción del Romanticismo en España el regreso de liberales españoles que se habían exiliado, huyendo de la persecución absolutista de Fernando VII y que traen las nuevas ideas de Europa.
El Romanticismo no fue un movimiento homogéneo, se distinguen dos tipos: el Romanticismo conservador, que pretende restaurar los valores tradicionales, patrióticos y religiosos, con autores como Schlegel en Alemania, Walter Scott en Inglaterra y el duque de Rivas y Zorrilla en España; y el Romanticismo liberal, que presenta los valores más revolucionarios y progresistas. Destacan Víctor Hugo y Alejandro Dumas en Francia y Larra y Espronceda en España.
Algunas de sus características generales son la aparición de la naturaleza unida al sentimiento amoroso y a los sentimientos, la división de los personajes en dos clases fundamentales: los rebeldes (criminales, bandoleros, asesinos…) y los desvalidos (mendigos, huérfanos, suicidas…) y la aparición del héroe romántico, que al margen de leyes y normas sociales, es libre de ataduras.
El Romanticismo cambió la doctrina de los géneros literarios, destruyendo los límites entre épica, lírica, en prosa. Mezcló distintos tonos y estilos en una misma obra. La aportación renovadora del Romanticismo se aprecia en todos los aspectos de la poesía. El léxico se puebla de términos que reflejan el espíritu de la época: insatisfacción, ilusiones… Las imágenes se llenan de exotismo, de paisajes crepusculares y misteriosos, tratados con una sensorialidad muy cuidada. En la métrica, los poetas románticos emplearon todo tipo de estrofas y versos, aunque tendieron al uso de las formas más populares (el romance). En los temas el amor ocupa un lugar predominante. Es un amor apasionado, casi siempre imposible de alcanzar. No faltan poemas en los que se vierte la preocupación religiosa y la angustia por la muerte. Por último, destacan los motivos sociales y políticos.
En la poesía romántica existen tres generaciones: a la primera, de carácter conservador, pertenecen los autores que al volver del exilio introdujeron el ideal romántico en España, como Los romances históricos, cuyos temas no incluyen sólo la Edad Media, sino los siglos XVI y XVII y son tratados desde una perspectiva tradicional y moderada. El apogeo del Romanticismo en la poesía se identifica con José Zorrilla, quien despreocupado por la veracidad histórica, recrea las leyendas populares sin caer en excesos descriptivos, tan frecuentes en sus contemporáneos. Llena de tópicos, su poesía es muy amena, y no falta en ella el humor ni el tono coloquial, como en A buen juez, mejor testigo. De Espronceda sobresales dos poemas largos y ambiciosos: El estudiante de Salamanca, en el que se narran las aventuras de Félix de Montear, un libertino y pendenciero donjuán; y Canto a Teresa, dedicado a la mujer quien más amó y que forma un conjunto aparte del resto del poema. El amor es su principal inspiración temática, pero también es importante su reivindicación de ciertos personajes marginales como en La canción del pirata. Bajo el rótulo de románticos rezagados o postrománticos encontramos a Bécquer, de quien nace en buena medida la poesía moderna ya que su romanticismo evolucionó hasta lograr una nueva sensibilidad y un léxico poético alejado del retoricismo y gastado de sus antecesores. En las Rimas, setenta y nueve poemas breves, se ha impuesto una ordenación distinta a la del manuscrito y una clasificación por temas, lo que las convierte en una biografía poética y amorosa del poeta. Sus características más técnicas son la brevedad y condensación. Destaca también Rosalía de Castro, escritora bilingüe en castellano y gallego. Dos de sus libros fundamentales son Follas novas en el que se encuentran la preocupación social por las gentes de Galicia, y En las orillas del Sur, en la que predomina una sentimentalidad íntima y religiosa.
En cuanto a la prosa romántica, se cultivaron varios subgéneros: los cuadros de costumbres, como Mesonero Romanos con Escenas matritenses, pequeños relatos que reflejan los modos de vida, los usos y costumbres, los ambientes y los tipos populares en la sociedad contemporánea de autor; la novela histórica, como El señor de Bembibre de Enrique Gil y Carrasco, inspirada en la historia y en las leyendas del pasado preferentemente de la Edad Media; y la leyenda y el relato fantástico narran historias en las que abundan los elementos extraños, como Las leyendas de Bécquer.
(Teatro romántico) Con el nombre de drama romántico se conoce la vertiente teatral más representativa del Romanticismo. Algunas de sus características principales son el desarrollo de la acción en lugares insólitos como cementerios, ruinas, monasterios o en medio de una naturaleza abrupta y desatada y la ruptura de las tres unidades dramáticas, la mezcla de verso y prosa en la misma obra y la combinación de elementos cómicos y trágicos debido al ansia de libertad y el afán de transgredir las normas escénicas. El género llega a los escenarios con la apertura política e ideológica que sobreviene tras la muerte del rey Fernando VII. Las obras más representativas son: Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas (reproduce todas las características del teatro romántico) y Don Juan Tenorio de Zorrilla (don Juan, matador de hombres, burlador de la justicia y seductor de mujeres, se salva en el último instante, gracias a la intercesión de su amada).
El Realismo
El Realismo
Es un movimiento literario que domina la segunda mitad del s. XIX en Europa; su manifestación artística más característica será la novela, en la que los escritores tratan de plasmar la realidad. En el extraordinario auge de la novela realista concurren factores de muy diversa índole: el Realismo coincide con el ascenso socia de la burguesía, se agiliza el proceso de la edición de libros y aparecen nuevas formas de difusión literaria. En las últimas décadas del siglo surgió en Francia con Zola el Naturalismo, que tratará de aplicar a la novela procedimientos de la ciencia experimental. Es una corriente literaria que lleva a las máximas consecuencias los postulados del Realismo, con personajes marcados por la sociedad o por el entorno familiar y un lenguaje natural e incluso vulgar o soez.
La poesía lírica engloba a diversas tendencias que se desarrollan a lo largo del último tercio del s. XIX. Hay que destacar a dos autores: Campoamor, representante de una lírica de intención fundamentalmente didáctica, estructura narrativa y expresión sencilla, y Núñez de Arce, quién cultivó una poesía de corte político-social con lenguaje solemne.
En cuanto a la prosa realista, en España se vio afectada la novela por las peculiares circunstancias históricas y culturales de la Península: la revolución de 1868 produce una verdadera polarización entre los narradores, que escriben novelas de tesis. En la corriente conservadora, los autores defienden en sus libros la tradición católica española, la educación religiosa y la monarquía absoluta. Alarcón, con El sombrero de tres picos, basada en un célebre cuento popular, trata el enredo de un modo delicado y con procedimientos paralelísticos de gran efectividad y Pereda, autor mas consagrado al regionalismo, prácticamente toda su producción se centra en alabar las virtudes de la vida rural de su región natal, la Montaña santanderina. En su obra Peñas arriba describe minuciosamente las montañas cántabras por medio de Marcelo, y son características de su estilo las cuidadas y largas descripciones y el reflejo del habla popular. Pardo Bazán escribió un ensayo sobre el naturalismo, La cuestión palpitante, en donde trataba de reconciliar las doctrinas de Zola con el cristianismo. En su obra más importante, Los pazos de Ulloa, muestra la degeneración y la ruina progresiva de una familia gallega aristocrática. Valera escribe novelas que en general versan sobre los problemas del amor, como Pepita Jiménez, obra que relata el amor del joven seminarista Luis Vargas por Pepita, por la que abandonará su vocación religiosa. Las novelas de Blasco Ibáñez, autor de La barraca, resultan difíciles de clasificar; destacan las de carácter regional, centradas en el análisis de las relaciones y de los problemas sociales de la ciudad y de la huerta valenciana.
Dos de los autores más importante de este período de la literatura española son Galdós y Clarín. El primero es un autor muy prolífico. Su concepto de la novela es realista: la ficción debe ofrecer una imagen de la vida y reproducir el ambiente espiritual y físico de España. Los Episodios Nacionales constituyen la parte más importante de su producción histórica; son concebidos como un relato novelado de la España del s. XIX, desde 1807 hasta el inicio de la Restauración. La unión de realidad histórica y ficción en ella es estrecha: mezcla personajes reales e inventados y hay paralelismos entre hechos históricos y acontecimientos novelados. En el resto de sus novelas encontramos varios períodos: novelas de la primera época, las novelas de tesis como Doña Perfecta, en las que ataca el fanatismo religioso y la presencia del clero en asuntos públicos y privados. Novelas de la etapa intermedia: localizadas en Madrid, reflejan una sociedad cambiante y aparecen en ellas todas las clases sociales. En Fortunata y Jacinta el tema surge del contraste entre las relaciones ilícitas de Juanito y Fortunata y sus respectivos matrimonios legales. Novelas espirituales y simbólicas: títulos como Misericordia muestran el rasgo común de la pobreza y la santidad como forma de vida.
Por último Leopoldo Alas, Clarín, en cuya labor periodística destacan sus artículos de crítica literaria. Destacan las narraciones breves, como Pipa, pero sin duda su obra cumbre es La Regenta, una novela que es magnífico ejemplo de parodia religiosa y sátira social.
(Teatro realista) Con el apogeo del Realismo, se desarrolla en la segunda mitad del s. XIX un teatro de ambientación contemporánea. Surgen algunas tendencias como la alta comedia, heredada del teatro de Moratín, que pretendía exponer modelos de comportamiento a la burguesía acomodada, su nombre más representativo fue Ventura de la Vega; el drama social o ideológico, en el que destacó el novelista Galdós, ponía en cuestión algunos de los valores aceptados por la sociedad de la Restauración. Para terminar, referencia especial a José de Echegaray, primer español en obtener el Premio Nobel de Literatura.
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